La presidenta Dilma Rousseff admitió el lunes que su gobierno quizá haya cometido algunos errores, pero anunció su compromiso de superarlos.
En un discurso con motivo del Día de la Independencia de Brasil, Dilma Rousseff dijó que los problemas financieros que atraviesa el gigante sudamericano derivan en parte en los recursos que se han canalizado a los programas sociales implementados por su gobierno y por el de su predecesor y Luis Inácio Lula da Silva.
Sin embargo, también atribuyó las dificultades financieras a factores económicos externos, en particular a un menor crecimiento en los países emergentes, lo que aseguro de manera firme ,"Nadie que sea honesto puede negarlo", dijó.
La popularidad de la presidenta Rousseff ha caído a menos de 10% en los últimos meses, aprovechandó el desfile militar del Día de la Independencia en la capital, Brasilia y en medio de la desaceleración económica en Brasil y de un escándalo de corrupción en la petrolera estatal, la presidenta estaba con su vicepresidente Michel Temer, como recordatorio es bueno marcar que a principios de semana, Temer había insinuado que Rousseff no concluiria su periodo presidencial en 2018 si su popularidad se mantenia baja.
En otro parte manifestantes se movilizaron en Brasilia los que exigen la renuncia de Rousseff y que se le abra juicio político, llevando carrozas que hacían sátira de Rousseff y de Lula. A Rousseff la representaron vestida de rojo y a Lula con uniforme a rayas como recluso.
Manifestaciones similares se han efectuado desde el inicio de este año, aunque no iguales a los que salieron a las calles en 2013, airadas por el abundante gasto destinado a la Copa del Mundo de fútbol celebrada el año pasado.
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