Masoom Stanekzai ministro de defensa interino de Afganistán afirmó a la prensa internacional este lunes en una entrevista que el hospital de Médicos sin Fronteras en Kunduz, al norte del país, que fue bombardeado por fuerzas estadounidenses era utilizado por insurgentes del Talibán y agentes de inteligencia paquistaníes los que aprovechaban el establecimiento en la ciudad de Afganistán como un lugar seguro para luchar contra las fuerzas del gobierno.
El hospital del norte de Afganistán fue bombardeado por un avión AC-130 de la fuerza aerea estadounidense en la madrugada del 3 de octubre, matando a 22 personas e hirió a otras más, la estructura principal fue destruida y el hospital tuvo que cerrar, Kate Stegeman, directora de comunicaciones de Médicos sin Fronteras había desmentido reiteradamente las versiones del gobierno de Afganistán y en el momento, y afirmó que no había gente armada en el hospital en el momento del bombardeo, aunque admitió que Médicos sin Frontera a tratado a talibanes heridos en Kunduz, pero no se permitía el ingreso de armas al hospital ya que nadie disparaba desde su interior.
Stanekzai informo que talibanes se apoderaron de Kunduz el 28 de setiembre en un ataque sorpresivo por varios flancos, durante tres días desencadenaron matanzas y saqueos hasta que el gobierno lanzó una contraofensiva el 1 de octubre, ademas insistió que el complejo era utilizado por la gente que combatía allí, fuese el Talibán o quienquiera, dijo, refiriéndose a la agencia de inteligencia paquistaní, acusada por Afganistán de apoyar al Talibán.
El comandante de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, general John Campbell, admitió un error y dijo que fueron las fuerzas afganas las que solicitaron el ataque aéreo.
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