La semana pasada el brasileño Bernardo Albaz, de 35 años, cayó de un crucero de la compañía Royal Caribbean en aguas de Bahamas tras un supuesto acto de discriminación ocurrido en el el bar del barco, la pareja de Albaz negó que se tratara de un suicidio como se anunció inicialmente la compañia de cuceros, fue dado por desaparecido días después, ahora el incidente con esta mujer, se suma a otros similares ocurridos en Florida los últimos dos años.
En marzo pasado guardacostas de la Florida fueron alertados también de que un pasajero del crucero Liberty of the Seas que cayó al mar en aguas de los cayos de Florida, en el extremo sur del estado en abril de 2014, otro pasajero también saltó al mar desde el crucero Celebration al este de Delray Beach, en la costa sureste de Florida, y desapareció.
Al parecer esta es una epidemia de personas cayendo desde los botes cruceros al mar, algo que las compañias de cruceros, deberan empezar a tomar muy en serio
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