Días después del derribo de un avión militar ruso por F-16 turcos en la frontera siria, el presidente ruso Vladimir Putin se quejó de no haber recibido las disculpas de Turquía, ni propuesta para compensar el daño causado, ni deseo de castigar a los responsables de este crimen, por lo que Rusia adoptó represalias económicas contra Ankara, que desmiente que conociera la nacionalidad del aparato y dice querer cooperar con Moscú, comúnico Putin en la televisión rusa.
El incidente es el más grave desde que Rusia iniciara el 30 de septiembre su ataque aereo en Siria, mientras Francia intenta sumar a Moscú a una coalición antiyihadista, que realiza una escalada militar en la región, despúes de los atentados en del 13 de Noviembre.
Kremlin, se encuentra afectado por la muerte de dos de sus militares, uno pilotos y un soldado de tropas de élite que participaba en la operación de rescate, por lo que han decidido lanzar una ofensiva económica, reforzará sus controles sobre los productos agrícolas y alimentarios turcos, aduciendo violaciones de las normas sanitarias, que puede dañar los dos países, vinculados comercialmente. 
Ankara multiplica sin embargo los gestos para rebajar tensiones, y descarta una escalada, cada parte mantiene su versión, Rusia que no hubo violación del espacio aéreo turco, y Ankara que hubo reiteradas advertencias al avión, además que en ese momento la nacionalidad del avión no era conocida, que se hicieron esfuerzos para hallar a los dos pilotos del Su-24 ruso, y se declararon dispuestas a cualquier forma de cooperación con Moscú.
Ankara y Moscú están enfrentados en el conflicto sirio, que ha dejado más de 250.000 muertos desde 2011, Rusia, y Irán, son el último aliado del régimen de Bashar Al Asad, el presidente turco Erdogan exige que Asad deje el poder.
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