Reginald Smith, de 44 años, sospechoso de ser un asesino en serie, admitió haber matado en 1994 a Dorothy Cooper, de 79 años, así como haber intentado asesinar y robar a Virginia Hoffmann, de 73 años, quien fue golpeada con tanta ferocidad que casi muere, a cambio de haber aceptado su culpabilidad, la fiscalía retiró la pena de muerte.
Detectives de Homicidio sospechan también que Smith tuvo que ver con los asesinatos de por lo menos otras dos ancianas, pero nunca hubo suficientes pruebas para acusarlo. Como parte del acuerdo de culpabilidad, Smith aceptó hablar con detectives de la Policía de Miami y del Codado Miami Dade sobre su participación en dichos casos.
Smith fue arrestado en enero de 1995 tras ser vinculado a los ataques a Cooper y a Hoffman, así como con un robo a mano armada de una peluquería, tenía un largo historial delictivo por allanamiento de morada a mano armada, robo a mano armada y otros delitos violentos , acababa de salir de una carcel estatal donde había cumplido una sentencia de 36 meses por posesión de un arma de fuego. El fue hallado culpable del robo en ese momento, por el que ya cumplía cadena perpetua.
La serie de crímenes, que comenzó como robos en casas, tuvo lugar en el norte de Miami en noviembre y diciembre de 1994. Los asesinatos obligaron a que la Policía le advirtiera a las ancianas que no le abrieran la puerta a extraños.
La cómplice de Reginald Smith, Barbara Laidler, en la actualidad cumple cadena perpetua por el crimen.
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